Evangelio del Domingo por Odres Nuevos
Domingo 5º de Pascua – Ciclo B
Domingo 6 de Mayo de 2012
“Alrededor de tu mesa brota la alegría“
Lectura del santo evangelio según san Juan (15,1-8):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo
sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo
poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras
que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el
sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así
tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los
sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante;
porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran
fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al
fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en
vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria
mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.»
Palabra del Señor
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Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Juan (15,1-8)
José Antonio Pagola
Juan (15,1-8)
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CONTACTO PERSONAL
Según el relato evangélico de Juan, en vísperas de su muerte, Jesús revela a sus discípulos su deseo más profundo: “Permanezcan en mí“. Conoce su cobardía y mediocridad. En muchas ocasiones les ha recriminado su poca fe. Si no se mantienen vitalmente unidos a él no podrán subsistir.
Las palabras de Jesús no pueden ser más claras y expresivas: “Como la rama no puede dar fruto por sí sola, si no permanece en la planta de uvas, así tampoco ustedes si no permanecen en mí“.
Si no se mantienen firmes en lo que han aprendido y vivido junto a él,
su vida será estéril. Si no viven de su Espíritu, lo iniciado por él se
extinguirá.
Jesús emplea un lenguaje rotundo: “Yo soy la vid y ustedes los sarmientos”. En los discípulos ha de correr la savia que proviene de Jesús. No
lo han de olvidar nunca. “El que permanece en mí y yo en él, ese da
fruto abundante, porque sin mí no pueden hacer nada”. Separados de
Jesús, sus discípulos no podemos nada.
Jesús no solo les pide que permanezcan en él. Les dice también que “sus palabras permanezcan en ellos”. Que no las olviden. Que vivan de su Evangelio. Esa es la fuente de la que han de beber. Ya se lo había dicho en otra ocasión: “Las palabras que les he dicho son espíritu y vida“.
El Espíritu del Resucitado permanece hoy vivo y
operante en su Iglesia de múltiples formas, pero su presencia invisible
y callada adquiere rasgos visibles y voz concreta gracias al recuerdo
guardado en los relatos evangélicos por quienes lo conocieron de cerca y
le siguieron. En los evangelios nos ponemos en contacto con su mensaje, su estilo de vida y su proyecto del reino de Dios.
Por eso, en los evangelios se encierra la fuerza más poderosa que poseen las comunidades cristianas para regenerar su vida. La energía que necesitamos para recuperar nuestra identidad de seguidores de Jesús. El Evangelio de Jesús es el instrumento pastoral más importante para renovar hoy a la Iglesia.
Muchos cristianos buenos de nuestras
comunidades solo conocen los evangelios “de segunda mano”. Todo lo que
saben de Jesús y de su mensaje proviene de lo que han podido reconstruir
a partir de las palabras de los predicadores y catequistas. Viven su fe
sin tener un contacto personal con “las palabras de Jesús”.
Es difícil imaginar una “nueva
evangelización” sin facilitar a las personas un contacto más directo e
inmediato con los evangelios. Nada tiene más fuerza
evangelizadora que la experiencia de escuchar juntos el Evangelio de
Jesús desde las preguntas, los problemas, sufrimientos y esperanzas de
nuestros tiempos.
__________________Primera Lectura
Salmo
Segunda Lectura
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Si quieres utilizar los dibujos de Patxi Velasco para Catequesis, Carteles, etc…, puedes descargarlos aquí:
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Descárgate el Evangelio del Domingo y el Comentario en pdf, para llevarlo y reflexionarlo donde tú quieras:
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