Todos los sacerdotes, obispos, religiosos y religiosas católicos presentes en Libia han expresado su deseo de permanecer en el país para ayudar a la población que sufre y socorrer a los heridos, según informó hoy la Nunciatura (embajada vaticana) Apostólica en Libia.
La nunciatura, en un comunicado enviado a la agencia vaticana Fides, señaló que, ante la grave situación desatada, las comunidades religiosas que prestan servicio en los dos vicariatos apostólicos de Tripoli y Bengasi "continúan estando plenamente al servicio de la población y de los fieles".
En Libia existen 16 comunidades de monjas católicas compuestas por religiosas provenientes de diferentes países, entre ellas las de la Madre Teresa de Calcuta, presentes en Trípoli y que trabajan en centros sociales.
La gran mayoría prestan servicios en el sector sanitario, en hospitales de la Cirenaica (Bengasi, Tobruk y otras ciudades), y según la nunciatura todas han decidido quedarse en el país "para permanecer junto a quienes sufren".
De igual manera se han pronunciado los dos obispos y los 15 sacerdotes católicos que trabajan en el país magrebí.
Todos han expresado su deseo de "infundir fuerza" y de prestar todo tipo de asistencia a los cerca de 100.000 católicos libios existentes y a toda la población de Libia.
La nunciatura subrayó que el pueblo libio, "como siempre ha hecho", aprecia la presencia de sacerdotes y monjas católicos, cosa que evidencia "con gestos concretos de solidaridad y protección" de los religiosos.
(Rd/Efe)
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