30 de Nadal de 2007
Ciudadanos del cielo con los pies en la tierra |
El lema para el Día de
Siendo ciudadanos del cielo, vivimos con los pies en la tierra. Por eso somos conscientes de que vivimos inmersos en una sociedad compleja, donde no falta la propuesta de una cultura laica que quiere organizar la vida social y familiar como si Dios no existiera. Se proponen modelos alternativos a la familia cristiana dándoles el mismo valor e idéntica consistencia. Se sugiere de mil modos que los hombres y mujeres de nuestro tiempo pueden construir su convivencia familiar como quieran, deconstruirla y reconstruirla cuando les apetezca. Todo esto acarrea un rechazo o un debilitamiento de la identidad cristiana de nuestras familias.
Dos rasgos que constituyen su identidad
El primero es la integración de fe y vida. La fe no puede reducirse a una experiencia privada, extraña por tanto a la vida familiar. La fe debe penetrar en la vida de cada uno y en la vida de la familia, manifestándose por consiguiente en todas las dimensiones de la existencia. Los padres cristianos deberán dar ejemplo a sus hijos, en el testimonio de una vida inspirada en el Evangelio y alimentada en los sacramentos, muy especialmente en
El segundo rasgo que queremos destacar es la inserción en la comunidad eclesial. No hay familia cristiana al margen de
Solamente una familia cristiana con una identidad fuerte será capaz, en estos tiempos difíciles, de transmitir la fe y de ser, ante los hombres, signo luminoso de la verdad, la bondad y la belleza del matrimonio y de la familia.
Algunos retos actuales
Los padres cristianos están llamados a educar a sus hijos como ciudadanos del cielo y miembros solidarios de la familia terrena. Además de transmitirles valores como el sacrificio, la renuncia, el dominio propio y el respeto, sin los cuales la convivencia familiar y social se deteriora gravemente, les educarán en la fe para que vivan con la alegría y la libertad de los hijos de Dios sintiéndose hermanos de todos los hombres.
En estos días de Navidad, tan familiares y por eso tan entrañables, invito a las familias cristianas de
Que el Señor bendiga a todos en esta Navidad.
+Manuel Sánchez Monge, Obispo de Mondoñedo-Ferrol
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